martes, 19 de octubre de 2010

Dinner

Capítulo  5


- ¡Dios, no lo puedo creer!- dijo Alice, hundiéndose en la silla con la cabeza entre las manos.
Bella se acercó a ella y puso su brazo alrededor de su hombro.
- Lo sé Alice- dijo Bella.
- ¿Crees que Aro sabe todo esto?- preguntó ella.
- No lo creo- 
Alice suspiró profundamente y miró a su amiga.
- ¿Y si se lo decimos?- preguntó ella.
- Yo esperaría con eso- dijo Carlisle- por ejemplo, primero quisiera saber cómo murieron los padres de Amón y Kebi. Dios sabe cuánto tiempo está siendo utilizada esta colección para el contrabando de drogas en el país-
- ¿Y cómo puede pasar por la aduana? Todo lo que viene a Estados Unidos es revisado minuciosamente, especialmente no dejarían que las cargas como ésta entraran al país sin ser revisadas por los perros antidrogas(1)- dijo Jasper.
- Tal vez hayan sobornado a alguien- sugirió Edward.
- O que tienen a alguna persona que les ayuda a infiltrar las cosas- dijo Jasper.
- También sería una posibilidad- Carlisle asintió.
- ¿Qué vamos a hacer?- le preguntó Bella.
- Primero de todo, tú y Alice no van a hacer nada, salvo el inventario y garantizar que la mercancía está segura, Edward, Jasper y yo investigaremos esto-
Bella se levantó para protestar, pero Edward le dijo:
-Tiene razón, Bella, no queremos que tú o Alice salgan lastimadas-
-Bien- dijo sonando un poco frustrada.
- Oye, ven aquí- dijo Carlisle, y él la tomó en sus brazos. Bella colocó sus manos sobre el pecho y manoseó los botones de su camisa.
- Mírame- dijo, y puso su dedo debajo de la barbilla de ella para que lo mirase- si algo te sucede nunca me lo perdonaré, eres demasiado importante para mí. No quiero perderte-
- Yo no quiero perderte tampoco, así que por favor, ten cuidado-
- Estoy siempre atento- dijo.
Se inclinó hacia ella y la besó suavemente, su lengua lamió el labio y ella abrió la boca para él, su lengua giró lentamente alrededor de la lengua de Bella. Bella gimió y dejó caer sus brazos alrededor de su cuello.
- Yo tampoco quiero perderte- dijo Edward.
Ella se separó de Carlisle y miró a Edward.
- Ya lo sé- susurró Bella. Edward le dio un largo beso.
- ¿Tienes planes para esta noche?-
- Aro va a cenar con Amón y Kebi esta noche, él quiere que Alice y yo estemos allí-
- No estoy segura de que pueda manejar eso, Bella- dijo Alice de repente. Bella se dio la vuelta y vio que Alice estaba de pie detrás de ella con Jasper.
- Vamos a ir a casa para poder descansar un tiempo antes de la cena de esta noche- sugirió Carlisle.
- Eso estaría bien, ¿qué dices Alice?- le preguntó Bella a Alice.
Ella la miró y asintió. Bella pronto notó que los dedos de Alice se entrelazan con los de Jasper. Ella se rió y miró a su amiga, haciéndola sonrojar.
- Vamos entonces-
Las chicas se montaron de nuevo en el coche de Alice para ir a la casa y los hombres fueron detrás de ellas, Bella fue durante algún tiempo mirando a Alice.
- ¿Qué?- preguntó Alice, comenzando a estar un poco incómodo con miradas de reojo que le hacía Bella.
- Tú y Jasper parecen llevarse bien- dijo Bella- y yo te conozco, no eres de las que se impresionan con facilidad-
-No, normalmente no lo soy, pero hay algo en él que me atrae. Ese acento sureño, esos ojos de color claro…nunca he conocido a nadie como él. ¿Quién te dijo eso? -preguntó ella.
- Lo dijo Edward cuando lo presentó-
- ¿En serio? Supongo que no he oído esa parte- susurró.
- Estás muy mal- dijo Bella con una sonrisa.
- Mira con quién hablo, tú te estás follando a dos hombres-
- ¡Alice!-
- ¿Qué? Es cierto- Alice sonrió -pero a dos hombres sexys-
- Jasper también está muy bien ¿sabes?- dijo Bella mientras que entraban al camino de entrada de la casa.
Después de aparcar los coches, las chicas salieron y entraron a la casa, seguido por los chicos. Bella fue directamente a las puertas traseras para abrirlas, luego volvió a entrar a la cocina para encender la cafetera Senseo.
- ¿Queréis café?- gritó ella.
Cuando se dio la vuelta, caminó directamente a los brazos de Edward, quien la besó apasionadamente. Bella dejó caer sus brazos a su alrededor y se apretó contra él. Ella pasó su lengua por los labios buscando permiso para entrar y de inmediato él abrió la boca para ella. Pasó los dedos por el pelo, sintiendo de pronto otras dos manos debajo de su camisa. Carlisle comenzó a dejar besos en el cuello.
- Esto me recuerda vagamente a algo- dice riendo.
 - Podemos hacerlo de nuevo, si lo deseas- le susurró Carlisle al oído.
- ¿Qué pasa con Alice?- recordó Bella.
- Ella también está ocupada-  Edward volvió la cabeza hacia el salón donde se podía ver a Alice y Jasper sentados en el sofá, muy cerca uno del otro. Demasiado cerca para estar solo hablando.
Bella se rió y se estremeció cuando sintió los dedos de Carlisle deslizándose debajo de su camisa una vez más, se volvió hacia Edward y lo besó. Apretó sus caderas contra ella y ella gimió cuando sintió lo excitado que estaba. Sus manos se deslizaron hacia abajo y acariciaron su erección a través de la tela de sus pantalones, las manos de Carlisle le agarraron los senos a través de la tela de su sujetador. Bella suspiró y dejó caer la cabeza sobre el hombro de Carlisle. Ella aflojó los pantalones de Edward para liberar a su erección y se rió cuando casi se sale de sus bóxer. Envolvió su pequeña mano a su alrededor y poco a poco comenzó a bombear, dejando que el pulgar en ocasiones se deslizara sobre la punta.
Carlisle empujó hacia arriba el sujetador y comenzó a acariciar sus pechos y pellizcar sus pezones, haciendo que se pusieran duros al momento de tocarlos. Luego se deslizó hacia abajo y hacia la parte delantera donde tenía las manos. Ella sintió como las manos de Carlisle envolvían las suyas y juntos comenzaron a bombear a Edward.
- Oh Dios, se siente tan bien- gruñó.
Bella volvió la cabeza hacia Carlisle y lo besó. Él usó su otra mano para intentar quitar los pantalones de Bella, que retiró junto con sus bragas. Poco a poco se abrió camino hacia caliente centro, dejando que sus dedos se deslizaran sobre sus húmedos pliegues, haciendo que soltara un gemido, la tomó de las caderas, haciendo que se uniera con él en sus movimientos.
- Hmm, ¿tan húmeda ya, Bella?- gruñó.
- Sólo para vosotros- dijo.
Edward tiró de ella hacia y se sentaron en la mesa. Bella se lamió los labios mientras miraba miembro duro de Edward, se inclinó hacia delante y pasó la lengua alrededor de su punta, lamiendo antes el semen que había. Carlisle continuó empujando sus pantalones hacia abajo. Bella introdujo más adentro la polla de Edward y arremolinó la lengua a su alrededor. Ella utilizó las manos para masajear sus bolas, haciéndole gemir en voz alta. Edward sacó la camisa de Bella junto con sostén, para poder masajear sus pechos mientras sus pulgares frotaban los pezones. Sintió los dedos de Carlisle alrededor de su cintura para acariciar su clítoris. Bella gimió cuando Carlisle enterró su duro pene en ella, y sintió como sus piernas casi se quedaban sin fuerza. Ella se mostró agradecida cuando Carlisle puso su brazo libre alrededor de la cintura para ayudarla a mantener en pie.
- Joder- gimió.
- Oh, Bella, eh... eres tan... mierda... apretada... - gemía Carlisle, respirando con dificultad.
La respiración de Edward era dificultosa y Bella estaba apunto de liberarse, los dedos de Edward siguieron acariciando sus pechos y ella movió la lengua alrededor de su pene más y más rápido, chupando y lamiendo. Edward casi se corre al ver su polla desaparecía en la boca de Bella.
- Cristo Carlisle, esto se siente realmente bien, es tan agradable, que boca tan caliente, y que lengua...- gimió.
Bella se arremolinó su lengua en al pene de Edward una vez más, y éste llenó la boca de la chica con su semilla caliente. Carlisle golpeó más duro en su centro, mientras que ella sacaba de su boca la polla de Edward.
- Vente para mí, Bella- ordenó.
- Estoy tan... cerca, mierda- se quejó ella.
Edward se deslizó sobre un taburete, mientras que Carlisle agarró las caderas de Bella firmemente con ambas manos mientras se estrelló contra ella de forma más dura y más rápida, haciendo rebotar sus pechos. Edward ahuecada uno de ellos mientras pellizcaba sus pezones y usaba la otra para frotar su clítoris.
- Oh Dios...- gimió Bella.
- Vente para mí, Bella- dijo Carlisle - quiero sentir como tus paredes abrazan mi polla, ¡quiero venirme en tu caliente y húmedo coño!
Carlisle embistió a Bella una vez más. Sus paredes se contrajeron en torno al miembro palpitante de Carlisle, juntos llegaron al éxtasis. Bella gimió y dejó descansar la cabeza sobre el hombro de Edward y él la acomodó en su regazo. Pasó los dedos por encima de su espalda y ella se estremeció bajo su tacto.

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