domingo, 2 de octubre de 2011

Dinner

CAPÍTULO  17

Mientras las balas volaban a través del almacén, las chicas se encogían cuando pensaban que una había llegado demasiado cerca de ellas. Tenían tanto miedo que no oyeron acercarse a ninguna persona. De repente, Bella y Alice fueron agarradas  por las muñecas y levantadas.

- ¡Hey, déjame ir! -gritó Alice.

- ¡Hay que salir de aquí!- oyeron gritar a una voz desconocida.

Él era muy fuerte y era imposible que las chicas se liberaran. Él los empujó fuera más o menos y Bella lo miró.

- ¿Quién eres tú?- le preguntó.

- Matt Valiant, policía- dijo mientras mostraba su placa.

- Nuestros amigos están ahí- dijo Bella frenéticamente mientras señalaba hacia el almacén donde todavía se podían oír las armas de fuego.

- ¿Amigos?- preguntó, y miró con recelo.

- Nuestros buenos amigos, estamos de tu lado- dijo Bella.

- Eso es bueno para escuchar, ¿cuántos de tus amigos están allí?-

- Cuatro, pero las otras tres personas, dos hombres y una mujer, esos son los que está buscando.-

- Está bien, pero nos tenemos que ir, no es seguro estar aquí- explicó mientras trataba de ir más lejos del edificio.

Empezó a empujar a las chicas, pero Bella fue capaz de liberarse y escapó de él. Justo cuando quería hacer lo que estaba pensando, se hizo silencio en el almacén, muy tranquilo. No hay más disparos, nadie gritó. Se trataba de una casi una especie de serena tranquilidad. De repente oyeron una gran explosión y el almacén estaba lleno de niebla. Los gritos comenzaron de nuevo. Alice trataba de ir a la puerta, pero el hombre la detuvo.

- ¡Nuestros amigos están allí! -exclamó ella.

- ¡Tengo órdenes de mi jefe de que las chicas están en un lugar seguro, vamos!-

El oficial de policía estaba un poco impaciente con el desafío de las chicas, que sólo estaban tratando de ayudarles aunque corrieran peligro. El hombre las empujó a un coche de policía y trató de convencerlas de que ya había pasado, pero las chicas no se movían.

- Vosotras no seríais capaces de hacer nada por ellos- dijo.

- Tienes razón- Bella finalmente estuvo de acuerdo, y miró a Alice, y luego a Matt -¿qué quieres que hagamos?- le preguntó.

- Vosotras podéis venir conmigo a la comisaría para darme una explicación de lo que está pasando y cómo empezó- sugirió.

- Bueno, está bien- suspiró Alice y de mala gana se metió en el coche después de Bella.

Cuando el coche se alejó Bella miró hacia el almacén, pero sólo pudo ver la niebla. Se preguntó lo que Edward y Carlisle estarían haciendo y estaba preocupada por si estaban bien o heridos. Después de un corto viaje, llegaron a la oficina, que estaba casi desierta.

- ¿Siempre está tan tranquilo por aquí?- dijo Alice, hablando de lo que su amiga pensaba.

- La mayoría de nuestros agentes se encuentran en el almacén de allanamiento- explicó el agente.

Se refirió a una pequeña habitación de madera y los siguió en su interior.

- ¿Puedo traerles algo? Café, refrescos...-

- No, vamos a contar como comenzó todo esto. Cuanto antes terminemos, más rápido podemos irnos lejos- dijo Bella.

Se acercó a la mesa y se sentó, Alice se sentó a su lado y el agente se sentó frente a ellas y sacó un bloc de notas.

- Por favor, empezad por explicarme  una vez más la relación de vosotras con los hombres del almacén-

Bella respiró hondo y luego le dijo a Matt que Edward y Carlisle eran sus amigos y explicó que Aro es su jefe en el museo y sobre la colección egipcia y las drogas que habían encontrado accidentalmente.

- ¿Por qué no vinieron a nosotros?-  preguntó Matt.

- Edward y Carlisle descubrieron que años atrás sucedió algo malo con esta colección-

- ¿Cómo qué?- preguntó Matt.

- Esta colección perteneció a los padres Amón y Kebi. Cuando se encontraban en Europa con ellos para darla a conocer, en algún lugar de la noche, su padre dijo que él tenía el volver al museo para algo. Su madre se quedó con Amón y Kebi…- comenzó Bella.

- ¿Dijo por qué?-

- No, yo no lo sé- contestó Bella.

- Entonces, ¿qué pasó?- le preguntó.

- Cuando él no estuvo de regreso después de una hora, su madre decidió ir tras él- continuó Alice -un par de horas más tarde la policía se presentó en su puerta con la solicitud de Kebi y Amón para ir al hospital con ellos. Cuando llegaron al hospital, ya era demasiado tarde-

- ¿Ellos estaban muertos?- le preguntó Matt con incredulidad.

- Sí, pero no de inmediato- dijo Bella recostándose en su silla -el informe decía que la policía se puso en camino cuando se activó la alarma y cuando llegaron al museo era un desastre. Su padre y su madre fueron encontrados cerca de donde se encontraba la colección, a ambos les había disparado varias veces a corta distancia-

- ¿Se detuvo a los agresores?- le preguntó Matt.

- Ellos han estado tras ellos durante meses, pero nunca los han encontrado- aclaró Alice.

- ¿Así que todavía están ahí fuera?-

- Sí- suspiró Bella.

- ¿Así que es por eso que no vinieron a nosotros? Porque tenían miedo de que si descubrían lo que habíais encontrado, que todos podríais estar en peligro-

- Sí- dijo Alice.

- Podríamos haberos protegido- dijo Matt.

- Estoy seguro de que podrían, pero ya pasó- dijo Bella.

- Y miren lo que pasó- dijo Matt cruzándose de brazos.

- ¡Hey, eso no es culpa nuestra! ¡Si sus colegas en Europa los hubieran capturado, esto no habría pasado!- Alice de repente se levantó y gritó.

- Alice, por favor, así no ayudas- dijo Bella mientras la empujaba de regreso a su silla.

- Lo siento-

- ¿Crees que Amón y Kebi trabajan con estos hombres?-

- Amón no está trabajando con ellos, que no sabe nada de lo que sabemos con certeza- dijo Bella, tratando de sonar convincente.

- ¿Así que su hermana ha hecho contrabando de drogas durante años y no sabe nada?-  El agente no estaba convencido.

- Él no sabe nada- repitió Bella y se inclinó hacia delante.

- Está bien, digamos que tienes razón. ¿Cómo saben dónde se guardan?-

- Aro tenía un hombre. Un guardia del museo, que también escuchaba el  dispositivo que se colocó en el almacén. Probablemente estaba en el puerto porque si los compradores iban a mandarlo al extranjero, todo estaba listo para salir, -dijo Bella-  en un momento le llamó para decirle que la gente que viene a verla que probablemente la compraría.-

- Y ahí en cuando fui a por ello-

- Sí- dijo Bella.

Ella sólo quería defenderse diciendo que todo parecía lógico en el momento en la puerta de la estación se abrió y los gritos comenzaron. Se levantó y corrió hacia el pasillo. Reconoció Kebi inmediatamente. Su ropa estaba sucia y rota, también tenía manchas de sangre en su cara. El otro hombre no estaba mejor. Kebi fue esposada y se llevó a cabo con firmeza por un agente. Cuando vio Kebi a Bella y a Alice, quien ahora estaba de pie detrás de ella, se las arregló para desprenderse y se fue corriendo a ellas. Matt sacó a las chicas de la habitación y se colocó entre ellas y Kebi protegiéndolas y sin pensarlo dos veces sacó su arma de fuego.

- ¡Eso es lo suficientemente cerca!- dijo.

- ¿Por qué no te quedas con esto?- Kebi escupió a Bella y a Alice.

- ¿Estás loco? ¡El contrabando de drogas es ilegal!- gritó Bella.

- ¡Todo lo que he trabajado durante todos estos años, todo se ha ido!- gritó con enojo.

De repente, la empujaron contra la pared y se la llevaron. Cuando todo estaba en silencio de nuevo, Matt se enfundó la pistola y se dio la vuelta para hacer frente a las chicas.

- Lo siento- dijo y cerró la puerta de la pequeña habitación de madera para evitar nuevos brotes.

- Está bien pero ¿no hay otros dos hombres?- preguntó Alice.

- Uno tenía una herida de bala en la pierna, es probable que lo llevaran al hospital para que pueda ser tratado- dijo Matt.

- Carlisle y Edward- dijo Bella de repente, se abrió la puerta y buscó el pasillo de los hombres- ¿no los han traído por aquí también?-

- Probablemente-

- Pero no están aquí- dijo Alice.

Matt tomó su teléfono y apretó un botón y esperó mientras el teléfono al otro lado sonaba pero no obtuvo respuesta. Se volvió y miró a las chicas.

- No hay una respuesta, pero puedo llevarlas al hospital si lo desean- sugirió.

- Bueno, vamos entonces- dijo Bella.

De vuelta en el pasillo, vieron a los otros agentes que estaban ocupados haciendo los informes. Kebi y el otro hombre estaban sentados en una celda y tan pronto como Bella y Kebi hicieron contacto visual Kebi saltó y agarró las barras.

- Voy a llegar a esto, tal vez no ahora, o en una semana o el mes que viene, pero sé que va a venir después una vez que salga. Si yo fuera tú miraría siempre sobre mi hombro, perra-

Bella notó que había dejado de caminar cuando Alice le tomó la mano y tiró de ella hacia fuera.

- No le hagas caso a ella, el contrabando de drogas se castiga con dureza aquí y que probablemente será acusada de intento de asesinato también- dijo Matt.

Mantuvo la puerta abierta para las chicas y para sí mismo.

- ¿Intento de asesinato?- preguntó Bella.

- Sí, y resistirse al arresto, la señora va a estar en la cárcel por mucho tiempo- respondió Matt mientras se alejaron hacia el hospital.

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