domingo, 30 de enero de 2011

Dinner

CAPÍTULO  14

Bella se despertó la mañana siguiente, cuando sintió algo en su cuello. Instintivamente, ella fue quitarlo, pero algo agarró su muñeca.

- El que...- dijo. 

- Sush, está bien. Sólo soy yo- 
oyó susurrar a Carlisle. 

Ella parpadeó y se limitó a mirarlo. Parecía que había estado despierto por un rato. Soltó su mano y comenzó a pasar sus dedos por el pelo. Frotaba los dedos a lo largo de su cuero cabelludo antes de tirar de ellos hasta el final y dar un tirón sensual antes de comenzar de nuevo. Sus ojos tenían un brillo que antes no había y eso la hacía sentir querida y provocaba un pequeño cosquilleo en su interior. 

- ¿Dormiste bien?- le preguntó. 

- Sí, dormí muy bien- dijo. 

Ella se inclinó sobre su codo y lo miró, le puso la mano en la mejilla y él se apoyó en ella. Con el pulgar le llegó a acariciar el labio inferior, Carlisle abrió la boca y ella introdujo su pulgar. Lo chupó suavemente y dejó que su lengua se arremolinara alrededor de él. De repente, ella lo empujó en la espalda y se sentó a horcajadas sobre él, dejó que sus manos se deslizan sobre su pecho mientras que ella le dio un beso y sentía que sus manos se deslizan hacia arriba por sus muslos y luego lentamente a lo largo de la espalda. 

- Te amo tanto- susurró en su boca. 

- Yo también te quiero- dijo de pronto sin pensar, como si fuera la cosa más natural. 

- ¿Perdón?- 

- ¿Qué?-  dijo Bella quedándose inmóvil. 

- Dijiste que me amas...- 

- Supongo que lo hice- dijo ella comenzando a sentir un ligero pánico. 

Antes de que pudiera hacer nada, se levantó y se alejó de él. Se puso una túnica y se dirigió a la sala. En la sala se detuvo. Él la amaba, ella lo había escuchado con claridad. Sus pensamientos se derivaron de nuevo a la noche anterior, Alice y Jasper, entonces, cómo Edward estuvo con Alice, y cómo él había cuidado de ella después de su enfrentamiento con Jasper. Recordó su conversación con Carlisle, que le había dicho que dejara de resistirse contra los sentimientos que tenía hacía él. Ella suspiró y supo que era inútil negarlo. Sobre todo ahora que ya lo había dicho de nuevo. Pero ¿qué pasaba con Edward? 

- ¿Edward?- gritó. 

Bajó corriendo las escaleras. No había nadie en la sala de estar y la cocina también estaba vacía. La puerta de cristal de la terraza estaba cerrada con llave por lo que todavía no estaban afuera. Se dirigió de nuevo a las escaleras, pero se dio cuenta de que Edward estaba bajando sólo calzoncillos. La visión de él le quitó el aliento, ¿podía realmente dejarlo ir? 

- ¿Qué?- preguntó mientras caminaba junto a ella y entraba a la cocina. Bella le siguió.

- ¿Dónde estabas?- preguntó ella mientras lo veía hacer café. 

- ¿Quieres un poco?- preguntó y él levantó una taza de café para señelar lo que quería decir. 

- Sí, por favor. Pero, ¿dónde estabas?- preguntó de nuevo mientras se sentaba en la mesa. 

- En la habitación de Alice- dijo sin pestañear. 

- ¿Perdón?- dijo Bella mirándolo con incredulidad. 

Edward le dio a Bella una taza de café y se apoyó en el mostrador. Con mucho cuidado tomó un sorbo y la miró. 

- Ella no quería estar sola, así que me quedé con ella- explicó. 

- ¿En su habitación?- 

- No pasó nada Bella, dormí en la silla y te puedo decir que no es bueno para la espalda- dijo mientras que se estiraba y bostezaba. 

- ¿No pasó nada?-

- ¿Estás celosa?- preguntó Edward mientras miraba inquisitivamente a Bella. 

- ¿Qué? No-dijo Bella. Miró a su café de repente encontrando los remolinos de vapor interesantes. 

- Yo no te creo- dijo al tiempo que entrecerraba los ojos para escudriñar sus acciones. 

Bella suspiró y lo miró, tomó otro sorbo de su café y luego lo dejó. 

- Bella, escucha, cuando Alice y yo regresamos a la casa anoche después de nuestra conversación, tú y Carlisle no estaban por ninguna parte y yo ya estaba pensando en dormir en el sofá. Sólo que Alice tomó mi mano y me dijo que no estaba bien para quedarse sola por la noche. Quería que me quedara con ella. ¿Y por qué te importa si ha ocurrido algo? Te acostaste con ella y Carlisle- dijo casi a la defensiva. 

- Lo sé, estoy mal por Jasper. Parecía loco por ella- 

- Sí que es cierto, y si Alice hubiese sentido lo mismo por él, nunca habría tenido sexo contigo y Carlisle- explicó Edward. 

- Eso es lo que Alice me dijo anoche-

- Es cierto, pero eso hizo que supiera lo que le gustaba- 

- Estoy muy agradecida de que estuvieses allí para ella- dijo Bella sinceramente. 

- No fue nada- respondió Edward, y miró a su café -Alice es una chica agradable y se puede reír con ella. Me gusta- 

- ¿Tú le gustas, eh?- preguntó Bella mirándolo con una sonrisa pícara. 

Edward se rió, con la cabeza ligeramente inclinada hacia un lado cuando viendo a Bella-no tanto como tú y Carlisle- contestó. 

- ¿Crees que estoy realmente enamorada de Carlisle?- preguntó ella. 

- ¿Qué te parece?- preguntó. 

-Ah- dijo ella y se encogió de hombros -a veces pienso que lo estoy, pero cuando pienso en los momentos que los tres tuvimos juntos y los buenos tiempos en la cama ... me gustan esos, no quiero perderlos, ¿sabes?- 

Edward tomó la mano de Bella sobre la mesa y le acarició. 

- Estás ocultándome algo- supuso.

- Yo más o menos le dije que lo amaba- dijo en voz baja. 

- ¿Más o menos?- dijo ladeando la ceja. 

- Sí- 

- Bella, realmente deberías admitirte a ti misma que lo amas. Eso no tiene por qué significar que la “diversión en la cama” termine inmediatamente. 

Bella lo miró con curiosidad. 

- ¿Qué quieres decir?-

- Bueno, antes de conocerte, Carlisle y yo teníamos una relación sexual cuando teníamos necesidad, así que cuando tú decidas que quieras estar con Carlisle, tienes que tener en cuenta que yo no sólo tengo que renunciar a ti, sino también a Carlisle- 

- Yo nunca lo había pensado de esa manera- susurró Bella. 

- Ya me lo imaginaba. Pero estoy muy feliz por ti y Carlisle y ahora importa lo que pasará entre Alice y yo, te voy a extrañar-

- ¿Sólo a mí?- le preguntó Bella. 

- Bueno, Carlisle y yo tuvimos algunos buenos momentos y estoy seguro de que Carlisle también estará de acuerdo. Simplemente no va a suceder tan a menudo como antes- dijo con un poco de tristeza en su voz. 

- ¿Eso crees?- 

- Sí, eso espero, pero tendrás que hablar de esto con Carlisle, por supuesto-

-Ya lo sé. " 

- Aquí estáis- escucharon, miraron hacia la puerta donde estaba Carlisle -Aro acaba de llamar. Él quiere hablar con nosotros-

Edward y Bella subieron a vestirse. Bella se fue a su habitación, se dirigió al armario y cogió un par de jeans y un top y se los puso. Luego entró en el cuarto de baño y recogió su cabello en una cola de caballo. Cuando ella salió de su habitación, oyó hablar a Edward y a Alice. Ella no podía entender lo que decían, por lo que se acercó a la puerta del dormitorio de su amiga y con cautela, miró hacia el interior. Alice estaba sentada en su cama, ya vestida y Edward de pie frente a ella. 

- ¿Te sientes mejor?- le preguntó. 

- Sí. Como dicen, el sueño de una noche hace maravillas. Me siento mal por Jasper- dijo en voz baja. 

- Estaba loco por ti, pero al final no era un sentimiento mutuo. El rechazo es siempre difícil de tomar y siempre duele, pero que era lo correcto, Alice. No sería justo para él darle esperanzas- dijo. 

Alice lo miró y antes de que pudiera hacer nada, se dirigió hacia él y le rodeó con sus brazos.
- Gracias por quedarte conmigo anoche- dijo Alice.

- Oh, eres bienvenida- dijo Edward y con  cuidado  puso sus brazos alrededor de ella para tenerla un poco más cerca. 

Bella sonrió, ella realmente no se sentía ni una pizca de celos. Ella dejó a los dos solos y volvió a bajar para encontrarse con Carlisle. 

- ¿Y por qué te ríes querida?- oyó decir a Carlisle. 

Se dio la vuelta y vio que Carlisle la estaba mirando, apoyado en la puerta. 

- Alice y Edward- dijo. 

- Parecen llevarse bien- dijo. 

- Sí, muy bien, él ha dormido esta  noche con ella-

Ella pasó junto a él en la habitación y miró hacia fuera. 

- ¿Y tú estás bien con eso?-

Bella se dio la vuelta y vio que caminaba hacia ella, con las manos en los bolsillos. Dejó que sus ojos vagaran sobre su cuerpo delgado, y se sintió muy vacía, de repente, la forma en que se movía cuando caminaba, era tan sensual. Ella lo miró con una sonrisa en los labios y un brillo en los ojos. 

- Sí, lo soy, te tengo a ti- dijo. 

- ¿Qué quieres decir?- preguntó sorprendido. 

Antes de que pudiera hacer algo que ella acortó la distancia entre ellos, puso sus brazos alrededor de él y lo besó. Carlisle fue sorprendido con la guardia baja, pero rápidamente se recuperó y dejó que sus brazos la rodearan por la cintura y tirando de ella hacia él. Dios se sentía tan bien en sus brazos, como si estuviera hecha para estar allí. Sus manos fueron por el pelo. Carlisle dejó que su mano subiera y acariciara su pecho a través de la tela. Bella gimió e inclinó ligeramente la cabeza, Carlisle la besó en el cuello y tiró del  tirante un poco hacia abajo y deslizó por su hombro. La besó en el hombro suavemente. 

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