domingo, 6 de marzo de 2011

Preview del Capítulo 16 de Dinner

- ¡Dame la bolsa!- gritó el mayordomo arrebatándosela de las manos. 

- Oye, cálmate- dijo Bella, con la mano en el brazo de Alice.

- ¿Cuánto te pagan?- le preguntó Bella.

- ¿Quién?-

- Aro-

El mayordomo se rió y tiró la bolsa de nuevo a ellas y mantuvo el móvil de Bella en el asiento junto a él.

- Yo lo sabía, Aro está con ellos, también. Nunca debería haber confiado en él- susurró Alicia. 

Dinner

CAPÍTULO  15

- ¿Tú entiendes lo que has dicho esta mañana?- preguntó de pronto Carlisle. 

- ¿Qué?- se sorprendió Bella. 

- Lo que dijiste, en la cama. Que...- 

- Carlisle, yo...- 

- Perdón por la interrupción- se escuchó de repente. 

Se apartaron el uno del otro y vieron a Alice y Edward de pie junto a la puerta. Bella se enderezó la parte superior y se pasó las manos por el pelo. 

- Realmente debemos irnos, Aro está esperándonos- dijo Edward. 

- Tienes razón- dijo Carlisle. 

Antes de irse él sintió como Bella lo tomó de la mano apretándola suavemente. Salieron de la casa y se dirigieron al lugar donde los esperaba Aro. A pesar de que había luz fuera de la casa parecía tan espeluznante como cuando era de  noche. Carlisle llamó a la puerta que fue abierta por el mayordomo.
- Vamos- dijo él. 

Entraron y vieron a Aro venir hacia ellos. 

- Ya era hora- refunfuñó. 

- Lo siento...- empezó Carlisle. 

- Sí, sí, no importa. El chico me llamó, él ha logrado colocar los dispositivos de escucha en el almacén, habrá compradores pronto-

- ¿Alguien lo compró?- preguntó Edward. 

- Todavía no, pero hay gente que está interesada-

- ¿Cuándo?- le preguntó Bella. 

- Hace unos treinta minutos-

- Entonces vamos- dijo Carlisle con urgencia. 

Caminaron hasta la sala, pero cerca de la puerta Carlisle se volvió y miró a Bella y Alice. 

- ¿Qué?- le preguntó Bella. 

- Quiero que vosotras dos permanezcáis aquí- dijo. 

- ¿Qué? No- protestó Bella. 

- Sí, sabes que son criminales, y han matado a los padres de Amón y Kebi, no quiero que nada os suceda-

- ¿Qué vas a hacer?- le preguntó Bella. 

- Vosotros no podéis atraparlos solos- dijo Alice. 

- No tienen que hacerlo- dijo Aro. 

Se acercó a un armario y lo abrió y sacó tres armes de fuego de él. 

- Oh- dijo Alice, con una expresión de asombro en su rostro y dando un paso atrás ligeramente. 

- ¿Cómo conseguiste eso?- le preguntó Bella. 

- No importa, lleváoslas- le dijo a Edward y Carlisle, tomaron cada uno un arma y la pusieron debajo de la banda de los pantalones. 

- ¡Estás loco!- gritaba Bella. 

- Es demasiado tarde para llamar a la policía, no tenemos otra opción- dijo Aro. 

 - ¡Ni siquiera sé cómo manejar un arma!- exclamó Bella. 

- Cariño, está bien, no te preocupes, estaremos bien- respondió Carlisle. 

Bella se cruzó de brazos y miró hacia otro lado, ella luchó por contener las lágrimas y la esperanza de que Carlisle no las viera, pero lo hizo. Él la tomó en brazos y puso un mechón de pelo detrás de la oreja. 

- Bella, te prometo que vamos a tener cuidado, pero tienes que prometerme algo, también- 

Bella no se fiaba de su propia voz, así que ella asintió con la cabeza. 

- Prométeme que tú y Alice os quedareis aquí hasta que volvamos- dijo. 

Bella se mordió un poco el labio y sintió que sus brazos se deslizaron por la cintura. Él la besó, pero fue interrumpido por Aro, que se impacientaba. 

- Tenemos que irnos o será demasiado tarde." 

Carlisle suspiró y la dejó ir, le dio un beso en la frente y se marchó. Bella y Alice se quedaron junto a la puerta para ver el coche hasta que se perdió de vista. Cuando se dieron la vuelta vio que Alice estaba mirando los ojos muy abiertos, y las lágrimas corrían por su rostro. 

- Oye, que van a estar bien- dijo y se acercó a ella. 

- Ellos tienen armas, ni siquiera sé...- Alice dejó de hablar y miró a Bella- ¿qué pasa si se lastiman?- Alice apretó la mano sobre su boca para ahogar los sollozos. 

- Está bien, vamos a entrar y a sentarnos en el sofá- dijo Bella mientras que llevaba a Alice hacia el interior y la empujaba suavemente hacia abajo en el sofá- y sólo tendremos que esperar hasta que regresen-

- Damas- se escuchó de repente, haciendo Alice se pusiera de pie del miedo- lo siento, yo no tenía la intención de asustarlas- dijo en un tono amistoso. 

- Está bien- dijo Alice despidiéndolo con un gesto mientras se sentaba de nuevo.

- ¿Hay algo que pueda hacer por vosotras, algo que os pueda traer?- le preguntó. 

- No, gracias- contestó Bella, que en ese momento estaba mirando sólo a Alice. 

Esperaron hasta que el mayordomo se fuese y antes de que pudiera hacer nada Alice se puso de pie otra vez y se acercó a la ventana. 

- Tengo un mal presentimiento sobre esto- dijo. 

- Yo también, pero no hay nada que podamos hacer por ellos. Tienen razón, si queremos estar ahí, sólo les distraeríamos.

-Tú distraerías a Carlisle, eso es seguro- dijo Alice de pronto. 

- Ya Edward- señaló Bella. 

Alice se volvió y la miró. 

- Vosotros parecéis estar muy bien juntos- dijo Bella. 

- Sí, él ha sido muy agradable, él se quedó conmigo ayer por la noche -ella dijo- oh, no pasó nada en absoluto, de verdad- añadió rápidamente. 

- Alice- dijo Bella levantándose del sofá y se acercó a su amiga, tomó sus manos entre las suyas y la miró- Yo estoy muy unida a Edward como ustedes saben y también saben que ciertas cosas que pasaron entre nosotros... pero me di cuenta esta mañana que yo le pertenezco a Carlisle- 

- ¿Qué quieres decir?- preguntó Alice. 

- Que a mí no me importaría si tú y Edward se convirtieran en algo más que amigos. Los dos son muy importantes para mí y quiero que vosotros dos seáis felices y cuando pensé en la noche pasada en el porche, como te hacía sonreír, durmiendo contigo para asegurarse de que estuvieras bien, puedo ver lo que vosotros dos os estáis acercando y estoy bien con eso, ve a por él- ella asintió con la cabeza para tranquilizarla. 

- ¿Está segura? Porque creo que realmente podría funcionar- dijo Alice. 

- Sí, Alice, estoy segura- dijo Bella sinceramente. 

- Tú y Carlisle, ¿eh?-

Bella sonrió y asintió con la cabeza. Ella le dijo lo que había sucedido esta mañana: que él le había dicho que la amaba y que ella lo había dicho de nuevo. 

- Estoy segura de que sonó muy hermoso para él- respondió Alice. 

- Bueno, en realidad apenas me di cuenta de que se lo dije porque no tenía idea de que me sentía de esa manera-

- No entiendo- dijo Alice frunciendo el ceño. 

- Fue tan fácil, como si fuera la cosa más natural que decir, pero me sorprendió también. Así que se fue- dijo en voz baja. 

- ¿Qué?-

- Sí, yo ni siquiera me di cuenta de que realmente lo amaba hasta que me lo dijo, así que salí de la habitación para serenarme. Pero más tarde, cuando estaba abajo y lo vi caminar hacia mí, supe que lo amaba, Alice. Lo amo y quiero estar con él- 

- ¿Sólo con él?- preguntó Alice.

Bella miró con curiosidad y vio una mirada en sus ojos que había visto antes, con Edward. 

- Alice, ¿en serio?- 

-Sí, ¿por qué no? No tiene que suceder de inmediato, pero con el tiempo- dijo Alice al ver a Bella con el ceño fruncido- Oh, vamos, podría ser divertido, como la última vez, pero con Edward- dijo ella y sus ojos brillaron. 

- Eres increíble- Bella se echó a reír. 

Alice estaba riendo y parecía haberse relajó un poco. 

- Gracias- dijo Alice de pronto. 

- ¿Por qué?- 

- Eso me distrajo de pensar en los chicos- 

- Claro- respondió Bella. 

Bella se levantó y se acercó a la ventana, miró afuera y miró su reloj. Los hombres habían estado fuera durante unos treinta minutos y estaba empezando a preocuparse. Se mordió el labio y miró por la ventana el reflejo de Alice. Ella estaba de pie y mirándola a ella. 

- ¿Algo va mal?- preguntó Alice. 

- ¿Qué te hace pensar que hay algo mal?- le preguntó Bella. 

- Vamos, te acabas de morder el labio, sólo sé que lo haces cuando algo está mal-

- No puedo hacer esto- dijo Bella, y se dio la vuelta para mirar a Alice a la cara.

- ¿El qué?- le preguntó Alice preocupada. 

- Esto, estar aquí, y esperando. Me estoy volviendo loca, me voy a ir allí- 

- Pero Bella, que acabas de decir que tenemos que quedarnos- por tercera vez esa noche, Alice no podía seguir la línea de su pensamiento. 

-Lo sé, pero no pasivamente sentarme aquí y esperar a que los hombres pudieran estar en peligro- 

Bella entró en el pasillo y abrió la puerta. 

- Iré contigo- dijo Alice, y juntas se alejaron. 

- Señoras, ¿dónde creen que van?- 
les preguntó el mayordomo que apareció de la nada.

Alice, envalentonada por los nervios, replicó- vamos a encontrar a los hombres- ella siguió caminando hacia la puerta con Bella en el remolque. 

- Te llevaré- dijo sorprendentemente. 

Se preguntó cómo iba a sacar a las chicas para llegar al punto de encuentro, nunca se imaginó que sería por su propia voluntad. El mayordomo sonrió para sus adentros. Sí, pensó para sí mismo, el jefe estará encantado conmigo.