domingo, 2 de octubre de 2011

Preview del Capítulo 18 de Dinner

- ¿Qué tienes?- preguntó Alice.

- La bala le atravesó allí. Esto tendrá que quedarse aquí por unos días- dijo.

De repente, ella le dio una palmada juguetona en su brazo herido.

- Oye, eso duele-

- ¡Te lo mereces! No vuelvas a asustarme así de nuevo, realmente no quiero perderte- dijo suavemente.

- No lo haré, lo prometo- dijo Edward y Alice se tiró en sus brazos.

Sus dedos se fueron por el pelo y su brazo quedó alrededor de su cintura. El beso se volvió muy intenso inmediatamente

Dinner

CAPÍTULO  17

Mientras las balas volaban a través del almacén, las chicas se encogían cuando pensaban que una había llegado demasiado cerca de ellas. Tenían tanto miedo que no oyeron acercarse a ninguna persona. De repente, Bella y Alice fueron agarradas  por las muñecas y levantadas.

- ¡Hey, déjame ir! -gritó Alice.

- ¡Hay que salir de aquí!- oyeron gritar a una voz desconocida.

Él era muy fuerte y era imposible que las chicas se liberaran. Él los empujó fuera más o menos y Bella lo miró.

- ¿Quién eres tú?- le preguntó.

- Matt Valiant, policía- dijo mientras mostraba su placa.

- Nuestros amigos están ahí- dijo Bella frenéticamente mientras señalaba hacia el almacén donde todavía se podían oír las armas de fuego.

- ¿Amigos?- preguntó, y miró con recelo.

- Nuestros buenos amigos, estamos de tu lado- dijo Bella.

- Eso es bueno para escuchar, ¿cuántos de tus amigos están allí?-

- Cuatro, pero las otras tres personas, dos hombres y una mujer, esos son los que está buscando.-

- Está bien, pero nos tenemos que ir, no es seguro estar aquí- explicó mientras trataba de ir más lejos del edificio.

Empezó a empujar a las chicas, pero Bella fue capaz de liberarse y escapó de él. Justo cuando quería hacer lo que estaba pensando, se hizo silencio en el almacén, muy tranquilo. No hay más disparos, nadie gritó. Se trataba de una casi una especie de serena tranquilidad. De repente oyeron una gran explosión y el almacén estaba lleno de niebla. Los gritos comenzaron de nuevo. Alice trataba de ir a la puerta, pero el hombre la detuvo.

- ¡Nuestros amigos están allí! -exclamó ella.

- ¡Tengo órdenes de mi jefe de que las chicas están en un lugar seguro, vamos!-

El oficial de policía estaba un poco impaciente con el desafío de las chicas, que sólo estaban tratando de ayudarles aunque corrieran peligro. El hombre las empujó a un coche de policía y trató de convencerlas de que ya había pasado, pero las chicas no se movían.

- Vosotras no seríais capaces de hacer nada por ellos- dijo.

- Tienes razón- Bella finalmente estuvo de acuerdo, y miró a Alice, y luego a Matt -¿qué quieres que hagamos?- le preguntó.

- Vosotras podéis venir conmigo a la comisaría para darme una explicación de lo que está pasando y cómo empezó- sugirió.

- Bueno, está bien- suspiró Alice y de mala gana se metió en el coche después de Bella.

Cuando el coche se alejó Bella miró hacia el almacén, pero sólo pudo ver la niebla. Se preguntó lo que Edward y Carlisle estarían haciendo y estaba preocupada por si estaban bien o heridos. Después de un corto viaje, llegaron a la oficina, que estaba casi desierta.

- ¿Siempre está tan tranquilo por aquí?- dijo Alice, hablando de lo que su amiga pensaba.

- La mayoría de nuestros agentes se encuentran en el almacén de allanamiento- explicó el agente.

Se refirió a una pequeña habitación de madera y los siguió en su interior.

- ¿Puedo traerles algo? Café, refrescos...-

- No, vamos a contar como comenzó todo esto. Cuanto antes terminemos, más rápido podemos irnos lejos- dijo Bella.

Se acercó a la mesa y se sentó, Alice se sentó a su lado y el agente se sentó frente a ellas y sacó un bloc de notas.

- Por favor, empezad por explicarme  una vez más la relación de vosotras con los hombres del almacén-

Bella respiró hondo y luego le dijo a Matt que Edward y Carlisle eran sus amigos y explicó que Aro es su jefe en el museo y sobre la colección egipcia y las drogas que habían encontrado accidentalmente.

- ¿Por qué no vinieron a nosotros?-  preguntó Matt.

- Edward y Carlisle descubrieron que años atrás sucedió algo malo con esta colección-

- ¿Cómo qué?- preguntó Matt.

- Esta colección perteneció a los padres Amón y Kebi. Cuando se encontraban en Europa con ellos para darla a conocer, en algún lugar de la noche, su padre dijo que él tenía el volver al museo para algo. Su madre se quedó con Amón y Kebi…- comenzó Bella.

- ¿Dijo por qué?-

- No, yo no lo sé- contestó Bella.

- Entonces, ¿qué pasó?- le preguntó.

- Cuando él no estuvo de regreso después de una hora, su madre decidió ir tras él- continuó Alice -un par de horas más tarde la policía se presentó en su puerta con la solicitud de Kebi y Amón para ir al hospital con ellos. Cuando llegaron al hospital, ya era demasiado tarde-

- ¿Ellos estaban muertos?- le preguntó Matt con incredulidad.

- Sí, pero no de inmediato- dijo Bella recostándose en su silla -el informe decía que la policía se puso en camino cuando se activó la alarma y cuando llegaron al museo era un desastre. Su padre y su madre fueron encontrados cerca de donde se encontraba la colección, a ambos les había disparado varias veces a corta distancia-

- ¿Se detuvo a los agresores?- le preguntó Matt.

- Ellos han estado tras ellos durante meses, pero nunca los han encontrado- aclaró Alice.

- ¿Así que todavía están ahí fuera?-

- Sí- suspiró Bella.

- ¿Así que es por eso que no vinieron a nosotros? Porque tenían miedo de que si descubrían lo que habíais encontrado, que todos podríais estar en peligro-

- Sí- dijo Alice.

- Podríamos haberos protegido- dijo Matt.

- Estoy seguro de que podrían, pero ya pasó- dijo Bella.

- Y miren lo que pasó- dijo Matt cruzándose de brazos.

- ¡Hey, eso no es culpa nuestra! ¡Si sus colegas en Europa los hubieran capturado, esto no habría pasado!- Alice de repente se levantó y gritó.

- Alice, por favor, así no ayudas- dijo Bella mientras la empujaba de regreso a su silla.

- Lo siento-

- ¿Crees que Amón y Kebi trabajan con estos hombres?-

- Amón no está trabajando con ellos, que no sabe nada de lo que sabemos con certeza- dijo Bella, tratando de sonar convincente.

- ¿Así que su hermana ha hecho contrabando de drogas durante años y no sabe nada?-  El agente no estaba convencido.

- Él no sabe nada- repitió Bella y se inclinó hacia delante.

- Está bien, digamos que tienes razón. ¿Cómo saben dónde se guardan?-

- Aro tenía un hombre. Un guardia del museo, que también escuchaba el  dispositivo que se colocó en el almacén. Probablemente estaba en el puerto porque si los compradores iban a mandarlo al extranjero, todo estaba listo para salir, -dijo Bella-  en un momento le llamó para decirle que la gente que viene a verla que probablemente la compraría.-

- Y ahí en cuando fui a por ello-

- Sí- dijo Bella.

Ella sólo quería defenderse diciendo que todo parecía lógico en el momento en la puerta de la estación se abrió y los gritos comenzaron. Se levantó y corrió hacia el pasillo. Reconoció Kebi inmediatamente. Su ropa estaba sucia y rota, también tenía manchas de sangre en su cara. El otro hombre no estaba mejor. Kebi fue esposada y se llevó a cabo con firmeza por un agente. Cuando vio Kebi a Bella y a Alice, quien ahora estaba de pie detrás de ella, se las arregló para desprenderse y se fue corriendo a ellas. Matt sacó a las chicas de la habitación y se colocó entre ellas y Kebi protegiéndolas y sin pensarlo dos veces sacó su arma de fuego.

- ¡Eso es lo suficientemente cerca!- dijo.

- ¿Por qué no te quedas con esto?- Kebi escupió a Bella y a Alice.

- ¿Estás loco? ¡El contrabando de drogas es ilegal!- gritó Bella.

- ¡Todo lo que he trabajado durante todos estos años, todo se ha ido!- gritó con enojo.

De repente, la empujaron contra la pared y se la llevaron. Cuando todo estaba en silencio de nuevo, Matt se enfundó la pistola y se dio la vuelta para hacer frente a las chicas.

- Lo siento- dijo y cerró la puerta de la pequeña habitación de madera para evitar nuevos brotes.

- Está bien pero ¿no hay otros dos hombres?- preguntó Alice.

- Uno tenía una herida de bala en la pierna, es probable que lo llevaran al hospital para que pueda ser tratado- dijo Matt.

- Carlisle y Edward- dijo Bella de repente, se abrió la puerta y buscó el pasillo de los hombres- ¿no los han traído por aquí también?-

- Probablemente-

- Pero no están aquí- dijo Alice.

Matt tomó su teléfono y apretó un botón y esperó mientras el teléfono al otro lado sonaba pero no obtuvo respuesta. Se volvió y miró a las chicas.

- No hay una respuesta, pero puedo llevarlas al hospital si lo desean- sugirió.

- Bueno, vamos entonces- dijo Bella.

De vuelta en el pasillo, vieron a los otros agentes que estaban ocupados haciendo los informes. Kebi y el otro hombre estaban sentados en una celda y tan pronto como Bella y Kebi hicieron contacto visual Kebi saltó y agarró las barras.

- Voy a llegar a esto, tal vez no ahora, o en una semana o el mes que viene, pero sé que va a venir después una vez que salga. Si yo fuera tú miraría siempre sobre mi hombro, perra-

Bella notó que había dejado de caminar cuando Alice le tomó la mano y tiró de ella hacia fuera.

- No le hagas caso a ella, el contrabando de drogas se castiga con dureza aquí y que probablemente será acusada de intento de asesinato también- dijo Matt.

Mantuvo la puerta abierta para las chicas y para sí mismo.

- ¿Intento de asesinato?- preguntó Bella.

- Sí, y resistirse al arresto, la señora va a estar en la cárcel por mucho tiempo- respondió Matt mientras se alejaron hacia el hospital.

domingo, 31 de julio de 2011

Preview del Capítulo 17 de Dinner

- ¡Nuestros amigos están allí! -exclamó ella.

- ¡Tengo órdenes de mi jefe de que las chicas están en un lugar seguro, vamos!-

El oficial de policía estaba un poco impaciente con el desafío de las chicas, que sólo estaban tratando de ayudarles aunque corrieran peligro. 
El hombre las empujó a un coche de policía y trató de convencerlas de que ya había pasado, pero las chicas no se movían.

- Vosotras no seríais capaces de hacer nada por ellos- 
dijo.

Dinner

CAPÍTULO  16


Cuanto más cerca estaban las chicas de la bodega, el más nervioso se ponía. Bella golpeaba su talón en el suelo del coche y Alice se mordía las uñas. 

- Muy pronto vas a empezar con el dedo- señaló Bella.

- Lo siento- respondió Alice, ella parecía muy nerviosa -oye, ¿qué vamos a hacer cuando los encontremos?-

- No sé- dijo Bella mirando por la ventana -sólo necesito saber que están bien- 

- ¿Quizás deberíamos llamar a la policía sólo para estar seguros? - preguntó Alice.

- Sí, eso parece una buena idea- dijo Bella. Ella tomó su bolso para sacar el móvil. 

- Yo no haría eso si fuera tú- dijo el mayordomo con dureza desde el asiento delantero. 

Bella y Alice notaron que el coche se detuvo y que el mayordomo había dado la vuelta. Llevaba una pistola. Se inclinó hacia delante y agarró el teléfono de las manos de Bella, luego se volvió hacia Alice, que estaba sentado lo más lejos posible, pegada a la puerta. 

- Tú también- le ordenó.

Alice recogió el bolso con manos temblorosas y trató de conseguir su móvil, pero ella estaba temblando de que podía no es tan malo. El mayordomo se impacientaba y resopló.

- ¡Dame la bolsa!- gritó el mayordomo arrebatándosela de las manos. 

- Oye, cálmate- dijo Bella, con la mano en el brazo de Alice.

- ¿Cuánto te pagan?- le preguntó Bella.

- ¿Quién?-

- Aro-

El mayordomo se rió y tiró la bolsa de nuevo a ellas y mantuvo el móvil de Bella en el asiento junto a él.

- Yo lo sabía, Aro está con ellos, también. Nunca debería haber confiado en él- susurró Alice.

El resto del viaje se hizo en silencio, aparte de los suaves sollozos que Alice emitía. Bella se acercó a Alice y puso un brazo alrededor de ella.

- Va a estar bien- dijo.

- No, no va a estar bien, ¡probablemente nos va a matar!- le susurró Alice frenéticamente.

- Oye, no hables así, ¿de acuerdo?- dijo Bella en modo de advertencia.

- ¿Dónde están todas esas armas viene? Nunca he visto una en toda mi vida y ahora 3 en la casa de Aro y él tiene una- dijo empujando al mayordomo.

Cuando el coche se detuvo, Bella miró y vio que estaban en la parte trasera de un almacén, Bella trató de mirar dentro, pero no podía ver nada.

- Salid- exigió el mayordomo mientras mantenía abierta la puerta para ellas.

Bella se deslizó lentamente, pero continuó sujetando a Alice mientras mantenía un ojo en el mayordomo. Movió la pistola hacia una puerta.

- Por allí- dijo.

Bella caminó hacia ella y todo el tiempo trató de mantenerse entre Alice y el arma. Alice empezó a llorar otra vez en voz baja, y ella estaba temblando como una hoja. Bella trató de tranquilizarla, algo que realmente parecía no estar funcionando.

Después de haber pasado por la puerta, subieron por un conjunto de escaleras. Bella alzó la vista y parecía no terminar nunca. A mitad de la escalera le pareció oír voces en la distancia, y conoció una de ellas, Kebi. Alice la miró, ella también había reconocido su voz. Ellos hablaban en voz demasiado baja como para escuchar o que decian. Al final de la escalera había una especie de habitación.

- Entra- ordenó al mayordomo.

Bella abrió la puerta y entró después de Alice. A la derecha, había una gran ventana que daba a lo que había en el almacén. Sus ojos se ampliaron cuando vieron una gran combinación de drogas en una mesa y dos hombres a la derecha de la sala con Kebi entre ellos, uno de los hombres se sentó sobre sus rodillas y fue herido por la pistola. Justo antes de ellos, en dirección opuesta, vi a Edward, a Carlisle, y a Aro. Junto a Aro, el guardia que él debe haber tenido trabajando para él, todos tenían sus armas en la mano.

- ¡Edward!- exclamó Alice, y ella corrió hacia la ventana y se puso las manos sobre ella.

Bella estaba a su lado, pero los hombres no se habían dado cuenta aún. Justo cuando Aro dio unos pasos hacia adelante y le tendió la mano para indicar que quería el arma que  Kebi sostenía, la voz del mayordomo se oyó a través del almacén.

- Yo no haría eso si fuera tú-

Bella miró además de ella y vio que el mayordomo estaba usando el intercomunicador.
El hombre parecía sorprendido por la voz y de repente,  miró en su dirección. Cuando los dos hombres y Kebi las vieron formaron una sonrisa en sus caras, pero Carlisle y Edward se pusieron rígidos cuando vieron a las chicas. Aro suspiró. Bella sintió de pronto un arma contra su cabeza.

- Si quieres volver a estas chicas, les sugiero que me den sus armas- sugirió de nuevo.

Edward y Carlisle no vacilaron y dejaron caer su pistola. Aro y el otro se mostraron más reacios; Kebi tuvo que sacar sus armas de sus manos. El mayordomo se echó a reír y empujó Bella y Alice a otra puerta a la escalera que los llevó a la bodega. Cuando bajaron, Alice corrió hacia Edward, que la agarró mientras que Bella se acercó a Carlisle tan rápido como pudo, y lo sostuvo.

- Lo siento mucho- susurró.

- No importa, ella no saldrá de aquí con las drogas- dijo en voz baja.

Bella lo dejó ir y le miró.

- ¿Qué quieres decir?- preguntó ella.

- Nick informó a la policía antes de que entrar-

- ¿Nick?- le preguntó Bella.

- Amigo de Aro- aclaró mientras empujaba en su dirección.

- James- Kebi dijo al mayordomo – esto sí que es una agradable sorpresa-

- Ellas estaban preocupados por ellos- dijo James asintiendo con la cabeza hacia Carlisle y el resto.

- Bueno, no importa, tenemos que seguir adelante. Dave, Jack, tomad las drogas. James, conduce el coche hacia el interior para poder cargarlo-

-¿Qué pasa con él?- James preguntó y señaló a Dave, quien tenía una herida en el brazo.

- Eso puede esperar- dijo Kebi con frialdad.

James corrió a coger el coche, mientras que Dave y Jack estaban poniendo las drogas juntos.

- ¿Podemos irnos por favor?- susurró Alice.

Edward asintió con la cabeza y empezó a alejarse cuando fueron cortados de repente por Kebi.

-¿Y de dónde crees que vais?- preguntó ella.

- Nosotros eh...- empezó Alice, pero fue interrumpida por Kebi.

- No creéis que voy a dejar que os vayáis, ¿verdad?-

- Usted tiene sus drogas, no me importa mucho lo que suceda ahora. Sólo queremos irnos- respondió Bella por Alice, ya que ella permanecía en silencio.

- ¿Y tú crees que estoy loca? Vosotras habéis visto mi cara, yo no os dejaré iros para que podáis ir a la policía.

- ¿Qué vas a hacer ahora?- preguntó Carlisle titubeante.

- Y ¿qué hay de Amón, sabe que llevas drogas de contrabando en la colección de sus padres?- preguntó Edward.

- Lo que no sepa no le hará daño- dijo Kebi de forma casual.

- Esto va a salir y sé que nunca te perdonará por esto- dijo Aro.

Kebi miró a Dave y Jack, a continuación, al Aro.

- No creo que le importe cuando le dé su parte del dinero-

- Conozco a Amón lo suficientemente bien como para saber que no le importa el dinero- dijo Aro.

- ¡Bueno, eso es suficiente! ¡Para las escaleras!- ordenó Kebi y señaló hacia las escaleras donde las chicas junto con el mayordomo habían bajado.

- ¿Nos vas a disparar? Seis muertes en tu conciencia, en realidad no te ayudará ante el órgano jurisdiccional- aludió Carlisle.

- Eso no va a suceder. Cuando alguien te eche de menos, nosotros habremos desaparecido hace tiempo, y nadie va a ser fusilado, no soy tan puta. Walk, ahora- dijo con severidad.

Cuando habían llegado casi a la escalera, el almacén se iluminó de repente, todos miraron a la puerta pero ya era demasiado brillante como para ver nada.

- ¡Las manos en el aire!- gritó alguien.

- ¡Somos el FBI! ¡En el suelo, ahora!- gritó otra voz.

Kebi entornó los ojos contra la luz, pero no vio nada, se sintió acorralada y con un poco de pánico, comenzó a disparar, Carlisle sintió la adrenalina en sus venas y saltó hacia delante, agarró la pistola. Bella vio lo que pasó y mientras Carlisle y Kebi luchaban, Jack y Dave se acercaron corriendo, con sus armas en la mano. Edward empujó a Alice al suelo y agarró Jack, Aro se fue a Dave. Alice gritó cuando sintió algo tomarle la mano y trató de alejarlo.

- Shh, soy yo- susurró Bella en voz alta sobre la conmoción. 

- Bella, ¿qué está pasando?-

- Creo que todo el infierno se desató justo ahora-

Las balas volaban a través del almacén, las chicas abrazadas a sí mismas y la esperanza de que fuera más rápido.

domingo, 6 de marzo de 2011

Preview del Capítulo 16 de Dinner

- ¡Dame la bolsa!- gritó el mayordomo arrebatándosela de las manos. 

- Oye, cálmate- dijo Bella, con la mano en el brazo de Alice.

- ¿Cuánto te pagan?- le preguntó Bella.

- ¿Quién?-

- Aro-

El mayordomo se rió y tiró la bolsa de nuevo a ellas y mantuvo el móvil de Bella en el asiento junto a él.

- Yo lo sabía, Aro está con ellos, también. Nunca debería haber confiado en él- susurró Alicia. 

Dinner

CAPÍTULO  15

- ¿Tú entiendes lo que has dicho esta mañana?- preguntó de pronto Carlisle. 

- ¿Qué?- se sorprendió Bella. 

- Lo que dijiste, en la cama. Que...- 

- Carlisle, yo...- 

- Perdón por la interrupción- se escuchó de repente. 

Se apartaron el uno del otro y vieron a Alice y Edward de pie junto a la puerta. Bella se enderezó la parte superior y se pasó las manos por el pelo. 

- Realmente debemos irnos, Aro está esperándonos- dijo Edward. 

- Tienes razón- dijo Carlisle. 

Antes de irse él sintió como Bella lo tomó de la mano apretándola suavemente. Salieron de la casa y se dirigieron al lugar donde los esperaba Aro. A pesar de que había luz fuera de la casa parecía tan espeluznante como cuando era de  noche. Carlisle llamó a la puerta que fue abierta por el mayordomo.
- Vamos- dijo él. 

Entraron y vieron a Aro venir hacia ellos. 

- Ya era hora- refunfuñó. 

- Lo siento...- empezó Carlisle. 

- Sí, sí, no importa. El chico me llamó, él ha logrado colocar los dispositivos de escucha en el almacén, habrá compradores pronto-

- ¿Alguien lo compró?- preguntó Edward. 

- Todavía no, pero hay gente que está interesada-

- ¿Cuándo?- le preguntó Bella. 

- Hace unos treinta minutos-

- Entonces vamos- dijo Carlisle con urgencia. 

Caminaron hasta la sala, pero cerca de la puerta Carlisle se volvió y miró a Bella y Alice. 

- ¿Qué?- le preguntó Bella. 

- Quiero que vosotras dos permanezcáis aquí- dijo. 

- ¿Qué? No- protestó Bella. 

- Sí, sabes que son criminales, y han matado a los padres de Amón y Kebi, no quiero que nada os suceda-

- ¿Qué vas a hacer?- le preguntó Bella. 

- Vosotros no podéis atraparlos solos- dijo Alice. 

- No tienen que hacerlo- dijo Aro. 

Se acercó a un armario y lo abrió y sacó tres armes de fuego de él. 

- Oh- dijo Alice, con una expresión de asombro en su rostro y dando un paso atrás ligeramente. 

- ¿Cómo conseguiste eso?- le preguntó Bella. 

- No importa, lleváoslas- le dijo a Edward y Carlisle, tomaron cada uno un arma y la pusieron debajo de la banda de los pantalones. 

- ¡Estás loco!- gritaba Bella. 

- Es demasiado tarde para llamar a la policía, no tenemos otra opción- dijo Aro. 

 - ¡Ni siquiera sé cómo manejar un arma!- exclamó Bella. 

- Cariño, está bien, no te preocupes, estaremos bien- respondió Carlisle. 

Bella se cruzó de brazos y miró hacia otro lado, ella luchó por contener las lágrimas y la esperanza de que Carlisle no las viera, pero lo hizo. Él la tomó en brazos y puso un mechón de pelo detrás de la oreja. 

- Bella, te prometo que vamos a tener cuidado, pero tienes que prometerme algo, también- 

Bella no se fiaba de su propia voz, así que ella asintió con la cabeza. 

- Prométeme que tú y Alice os quedareis aquí hasta que volvamos- dijo. 

Bella se mordió un poco el labio y sintió que sus brazos se deslizaron por la cintura. Él la besó, pero fue interrumpido por Aro, que se impacientaba. 

- Tenemos que irnos o será demasiado tarde." 

Carlisle suspiró y la dejó ir, le dio un beso en la frente y se marchó. Bella y Alice se quedaron junto a la puerta para ver el coche hasta que se perdió de vista. Cuando se dieron la vuelta vio que Alice estaba mirando los ojos muy abiertos, y las lágrimas corrían por su rostro. 

- Oye, que van a estar bien- dijo y se acercó a ella. 

- Ellos tienen armas, ni siquiera sé...- Alice dejó de hablar y miró a Bella- ¿qué pasa si se lastiman?- Alice apretó la mano sobre su boca para ahogar los sollozos. 

- Está bien, vamos a entrar y a sentarnos en el sofá- dijo Bella mientras que llevaba a Alice hacia el interior y la empujaba suavemente hacia abajo en el sofá- y sólo tendremos que esperar hasta que regresen-

- Damas- se escuchó de repente, haciendo Alice se pusiera de pie del miedo- lo siento, yo no tenía la intención de asustarlas- dijo en un tono amistoso. 

- Está bien- dijo Alice despidiéndolo con un gesto mientras se sentaba de nuevo.

- ¿Hay algo que pueda hacer por vosotras, algo que os pueda traer?- le preguntó. 

- No, gracias- contestó Bella, que en ese momento estaba mirando sólo a Alice. 

Esperaron hasta que el mayordomo se fuese y antes de que pudiera hacer nada Alice se puso de pie otra vez y se acercó a la ventana. 

- Tengo un mal presentimiento sobre esto- dijo. 

- Yo también, pero no hay nada que podamos hacer por ellos. Tienen razón, si queremos estar ahí, sólo les distraeríamos.

-Tú distraerías a Carlisle, eso es seguro- dijo Alice de pronto. 

- Ya Edward- señaló Bella. 

Alice se volvió y la miró. 

- Vosotros parecéis estar muy bien juntos- dijo Bella. 

- Sí, él ha sido muy agradable, él se quedó conmigo ayer por la noche -ella dijo- oh, no pasó nada en absoluto, de verdad- añadió rápidamente. 

- Alice- dijo Bella levantándose del sofá y se acercó a su amiga, tomó sus manos entre las suyas y la miró- Yo estoy muy unida a Edward como ustedes saben y también saben que ciertas cosas que pasaron entre nosotros... pero me di cuenta esta mañana que yo le pertenezco a Carlisle- 

- ¿Qué quieres decir?- preguntó Alice. 

- Que a mí no me importaría si tú y Edward se convirtieran en algo más que amigos. Los dos son muy importantes para mí y quiero que vosotros dos seáis felices y cuando pensé en la noche pasada en el porche, como te hacía sonreír, durmiendo contigo para asegurarse de que estuvieras bien, puedo ver lo que vosotros dos os estáis acercando y estoy bien con eso, ve a por él- ella asintió con la cabeza para tranquilizarla. 

- ¿Está segura? Porque creo que realmente podría funcionar- dijo Alice. 

- Sí, Alice, estoy segura- dijo Bella sinceramente. 

- Tú y Carlisle, ¿eh?-

Bella sonrió y asintió con la cabeza. Ella le dijo lo que había sucedido esta mañana: que él le había dicho que la amaba y que ella lo había dicho de nuevo. 

- Estoy segura de que sonó muy hermoso para él- respondió Alice. 

- Bueno, en realidad apenas me di cuenta de que se lo dije porque no tenía idea de que me sentía de esa manera-

- No entiendo- dijo Alice frunciendo el ceño. 

- Fue tan fácil, como si fuera la cosa más natural que decir, pero me sorprendió también. Así que se fue- dijo en voz baja. 

- ¿Qué?-

- Sí, yo ni siquiera me di cuenta de que realmente lo amaba hasta que me lo dijo, así que salí de la habitación para serenarme. Pero más tarde, cuando estaba abajo y lo vi caminar hacia mí, supe que lo amaba, Alice. Lo amo y quiero estar con él- 

- ¿Sólo con él?- preguntó Alice.

Bella miró con curiosidad y vio una mirada en sus ojos que había visto antes, con Edward. 

- Alice, ¿en serio?- 

-Sí, ¿por qué no? No tiene que suceder de inmediato, pero con el tiempo- dijo Alice al ver a Bella con el ceño fruncido- Oh, vamos, podría ser divertido, como la última vez, pero con Edward- dijo ella y sus ojos brillaron. 

- Eres increíble- Bella se echó a reír. 

Alice estaba riendo y parecía haberse relajó un poco. 

- Gracias- dijo Alice de pronto. 

- ¿Por qué?- 

- Eso me distrajo de pensar en los chicos- 

- Claro- respondió Bella. 

Bella se levantó y se acercó a la ventana, miró afuera y miró su reloj. Los hombres habían estado fuera durante unos treinta minutos y estaba empezando a preocuparse. Se mordió el labio y miró por la ventana el reflejo de Alice. Ella estaba de pie y mirándola a ella. 

- ¿Algo va mal?- preguntó Alice. 

- ¿Qué te hace pensar que hay algo mal?- le preguntó Bella. 

- Vamos, te acabas de morder el labio, sólo sé que lo haces cuando algo está mal-

- No puedo hacer esto- dijo Bella, y se dio la vuelta para mirar a Alice a la cara.

- ¿El qué?- le preguntó Alice preocupada. 

- Esto, estar aquí, y esperando. Me estoy volviendo loca, me voy a ir allí- 

- Pero Bella, que acabas de decir que tenemos que quedarnos- por tercera vez esa noche, Alice no podía seguir la línea de su pensamiento. 

-Lo sé, pero no pasivamente sentarme aquí y esperar a que los hombres pudieran estar en peligro- 

Bella entró en el pasillo y abrió la puerta. 

- Iré contigo- dijo Alice, y juntas se alejaron. 

- Señoras, ¿dónde creen que van?- 
les preguntó el mayordomo que apareció de la nada.

Alice, envalentonada por los nervios, replicó- vamos a encontrar a los hombres- ella siguió caminando hacia la puerta con Bella en el remolque. 

- Te llevaré- dijo sorprendentemente. 

Se preguntó cómo iba a sacar a las chicas para llegar al punto de encuentro, nunca se imaginó que sería por su propia voluntad. El mayordomo sonrió para sus adentros. Sí, pensó para sí mismo, el jefe estará encantado conmigo.

domingo, 30 de enero de 2011

Preview del Capítulo 15 de Dinner

- ¡Estás loco!- gritaba Bella. 

- Es demasiado tarde para llamar a la policía, no tenemos otra opción- dijo Aro. 

 - ¡Ni siquiera sé cómo manejar un arma!- exclamó Bella. 

- Cariño, está bien, no te preocupes, estaremos bien- respondió Carlisle. 

Bella se cruzó de brazos y miró hacia otro lado, ella luchó por contener las lágrimas y la esperanza de que Carlisle no las viera, pero lo hizo. 
Él la tomó en brazos y puso un mechón de pelo detrás de la oreja. 

- Bella, te prometo que vamos a tener cuidado, pero tienes que prometerme algo, también- 


Dinner

CAPÍTULO  14

Bella se despertó la mañana siguiente, cuando sintió algo en su cuello. Instintivamente, ella fue quitarlo, pero algo agarró su muñeca.

- El que...- dijo. 

- Sush, está bien. Sólo soy yo- 
oyó susurrar a Carlisle. 

Ella parpadeó y se limitó a mirarlo. Parecía que había estado despierto por un rato. Soltó su mano y comenzó a pasar sus dedos por el pelo. Frotaba los dedos a lo largo de su cuero cabelludo antes de tirar de ellos hasta el final y dar un tirón sensual antes de comenzar de nuevo. Sus ojos tenían un brillo que antes no había y eso la hacía sentir querida y provocaba un pequeño cosquilleo en su interior. 

- ¿Dormiste bien?- le preguntó. 

- Sí, dormí muy bien- dijo. 

Ella se inclinó sobre su codo y lo miró, le puso la mano en la mejilla y él se apoyó en ella. Con el pulgar le llegó a acariciar el labio inferior, Carlisle abrió la boca y ella introdujo su pulgar. Lo chupó suavemente y dejó que su lengua se arremolinara alrededor de él. De repente, ella lo empujó en la espalda y se sentó a horcajadas sobre él, dejó que sus manos se deslizan sobre su pecho mientras que ella le dio un beso y sentía que sus manos se deslizan hacia arriba por sus muslos y luego lentamente a lo largo de la espalda. 

- Te amo tanto- susurró en su boca. 

- Yo también te quiero- dijo de pronto sin pensar, como si fuera la cosa más natural. 

- ¿Perdón?- 

- ¿Qué?-  dijo Bella quedándose inmóvil. 

- Dijiste que me amas...- 

- Supongo que lo hice- dijo ella comenzando a sentir un ligero pánico. 

Antes de que pudiera hacer nada, se levantó y se alejó de él. Se puso una túnica y se dirigió a la sala. En la sala se detuvo. Él la amaba, ella lo había escuchado con claridad. Sus pensamientos se derivaron de nuevo a la noche anterior, Alice y Jasper, entonces, cómo Edward estuvo con Alice, y cómo él había cuidado de ella después de su enfrentamiento con Jasper. Recordó su conversación con Carlisle, que le había dicho que dejara de resistirse contra los sentimientos que tenía hacía él. Ella suspiró y supo que era inútil negarlo. Sobre todo ahora que ya lo había dicho de nuevo. Pero ¿qué pasaba con Edward? 

- ¿Edward?- gritó. 

Bajó corriendo las escaleras. No había nadie en la sala de estar y la cocina también estaba vacía. La puerta de cristal de la terraza estaba cerrada con llave por lo que todavía no estaban afuera. Se dirigió de nuevo a las escaleras, pero se dio cuenta de que Edward estaba bajando sólo calzoncillos. La visión de él le quitó el aliento, ¿podía realmente dejarlo ir? 

- ¿Qué?- preguntó mientras caminaba junto a ella y entraba a la cocina. Bella le siguió.

- ¿Dónde estabas?- preguntó ella mientras lo veía hacer café. 

- ¿Quieres un poco?- preguntó y él levantó una taza de café para señelar lo que quería decir. 

- Sí, por favor. Pero, ¿dónde estabas?- preguntó de nuevo mientras se sentaba en la mesa. 

- En la habitación de Alice- dijo sin pestañear. 

- ¿Perdón?- dijo Bella mirándolo con incredulidad. 

Edward le dio a Bella una taza de café y se apoyó en el mostrador. Con mucho cuidado tomó un sorbo y la miró. 

- Ella no quería estar sola, así que me quedé con ella- explicó. 

- ¿En su habitación?- 

- No pasó nada Bella, dormí en la silla y te puedo decir que no es bueno para la espalda- dijo mientras que se estiraba y bostezaba. 

- ¿No pasó nada?-

- ¿Estás celosa?- preguntó Edward mientras miraba inquisitivamente a Bella. 

- ¿Qué? No-dijo Bella. Miró a su café de repente encontrando los remolinos de vapor interesantes. 

- Yo no te creo- dijo al tiempo que entrecerraba los ojos para escudriñar sus acciones. 

Bella suspiró y lo miró, tomó otro sorbo de su café y luego lo dejó. 

- Bella, escucha, cuando Alice y yo regresamos a la casa anoche después de nuestra conversación, tú y Carlisle no estaban por ninguna parte y yo ya estaba pensando en dormir en el sofá. Sólo que Alice tomó mi mano y me dijo que no estaba bien para quedarse sola por la noche. Quería que me quedara con ella. ¿Y por qué te importa si ha ocurrido algo? Te acostaste con ella y Carlisle- dijo casi a la defensiva. 

- Lo sé, estoy mal por Jasper. Parecía loco por ella- 

- Sí que es cierto, y si Alice hubiese sentido lo mismo por él, nunca habría tenido sexo contigo y Carlisle- explicó Edward. 

- Eso es lo que Alice me dijo anoche-

- Es cierto, pero eso hizo que supiera lo que le gustaba- 

- Estoy muy agradecida de que estuvieses allí para ella- dijo Bella sinceramente. 

- No fue nada- respondió Edward, y miró a su café -Alice es una chica agradable y se puede reír con ella. Me gusta- 

- ¿Tú le gustas, eh?- preguntó Bella mirándolo con una sonrisa pícara. 

Edward se rió, con la cabeza ligeramente inclinada hacia un lado cuando viendo a Bella-no tanto como tú y Carlisle- contestó. 

- ¿Crees que estoy realmente enamorada de Carlisle?- preguntó ella. 

- ¿Qué te parece?- preguntó. 

-Ah- dijo ella y se encogió de hombros -a veces pienso que lo estoy, pero cuando pienso en los momentos que los tres tuvimos juntos y los buenos tiempos en la cama ... me gustan esos, no quiero perderlos, ¿sabes?- 

Edward tomó la mano de Bella sobre la mesa y le acarició. 

- Estás ocultándome algo- supuso.

- Yo más o menos le dije que lo amaba- dijo en voz baja. 

- ¿Más o menos?- dijo ladeando la ceja. 

- Sí- 

- Bella, realmente deberías admitirte a ti misma que lo amas. Eso no tiene por qué significar que la “diversión en la cama” termine inmediatamente. 

Bella lo miró con curiosidad. 

- ¿Qué quieres decir?-

- Bueno, antes de conocerte, Carlisle y yo teníamos una relación sexual cuando teníamos necesidad, así que cuando tú decidas que quieras estar con Carlisle, tienes que tener en cuenta que yo no sólo tengo que renunciar a ti, sino también a Carlisle- 

- Yo nunca lo había pensado de esa manera- susurró Bella. 

- Ya me lo imaginaba. Pero estoy muy feliz por ti y Carlisle y ahora importa lo que pasará entre Alice y yo, te voy a extrañar-

- ¿Sólo a mí?- le preguntó Bella. 

- Bueno, Carlisle y yo tuvimos algunos buenos momentos y estoy seguro de que Carlisle también estará de acuerdo. Simplemente no va a suceder tan a menudo como antes- dijo con un poco de tristeza en su voz. 

- ¿Eso crees?- 

- Sí, eso espero, pero tendrás que hablar de esto con Carlisle, por supuesto-

-Ya lo sé. " 

- Aquí estáis- escucharon, miraron hacia la puerta donde estaba Carlisle -Aro acaba de llamar. Él quiere hablar con nosotros-

Edward y Bella subieron a vestirse. Bella se fue a su habitación, se dirigió al armario y cogió un par de jeans y un top y se los puso. Luego entró en el cuarto de baño y recogió su cabello en una cola de caballo. Cuando ella salió de su habitación, oyó hablar a Edward y a Alice. Ella no podía entender lo que decían, por lo que se acercó a la puerta del dormitorio de su amiga y con cautela, miró hacia el interior. Alice estaba sentada en su cama, ya vestida y Edward de pie frente a ella. 

- ¿Te sientes mejor?- le preguntó. 

- Sí. Como dicen, el sueño de una noche hace maravillas. Me siento mal por Jasper- dijo en voz baja. 

- Estaba loco por ti, pero al final no era un sentimiento mutuo. El rechazo es siempre difícil de tomar y siempre duele, pero que era lo correcto, Alice. No sería justo para él darle esperanzas- dijo. 

Alice lo miró y antes de que pudiera hacer nada, se dirigió hacia él y le rodeó con sus brazos.
- Gracias por quedarte conmigo anoche- dijo Alice.

- Oh, eres bienvenida- dijo Edward y con  cuidado  puso sus brazos alrededor de ella para tenerla un poco más cerca. 

Bella sonrió, ella realmente no se sentía ni una pizca de celos. Ella dejó a los dos solos y volvió a bajar para encontrarse con Carlisle. 

- ¿Y por qué te ríes querida?- oyó decir a Carlisle. 

Se dio la vuelta y vio que Carlisle la estaba mirando, apoyado en la puerta. 

- Alice y Edward- dijo. 

- Parecen llevarse bien- dijo. 

- Sí, muy bien, él ha dormido esta  noche con ella-

Ella pasó junto a él en la habitación y miró hacia fuera. 

- ¿Y tú estás bien con eso?-

Bella se dio la vuelta y vio que caminaba hacia ella, con las manos en los bolsillos. Dejó que sus ojos vagaran sobre su cuerpo delgado, y se sintió muy vacía, de repente, la forma en que se movía cuando caminaba, era tan sensual. Ella lo miró con una sonrisa en los labios y un brillo en los ojos. 

- Sí, lo soy, te tengo a ti- dijo. 

- ¿Qué quieres decir?- preguntó sorprendido. 

Antes de que pudiera hacer algo que ella acortó la distancia entre ellos, puso sus brazos alrededor de él y lo besó. Carlisle fue sorprendido con la guardia baja, pero rápidamente se recuperó y dejó que sus brazos la rodearan por la cintura y tirando de ella hacia él. Dios se sentía tan bien en sus brazos, como si estuviera hecha para estar allí. Sus manos fueron por el pelo. Carlisle dejó que su mano subiera y acariciara su pecho a través de la tela. Bella gimió e inclinó ligeramente la cabeza, Carlisle la besó en el cuello y tiró del  tirante un poco hacia abajo y deslizó por su hombro. La besó en el hombro suavemente. 

domingo, 16 de enero de 2011

Preview del Capítulo 14 de Dinner

Ella se inclinó sobre su codo y lo miró, se puso la mano en la mejilla y él se apoyó en ella. Con el pulgar le llegó a acariciar el labio inferior, Carlisle abrió la boca y ella introdujo su pulgar. Lo chupó suavemente y dejó que su lengua se arremolinara alrededor de él. De repente, ella lo empujó en la espalda y se sentó a horcajadas sobre él, dejó que sus manos se deslizan sobre su pecho mientras que ella le dio un beso y sentía que sus manos se deslizan hacia arriba por sus muslos y luego lentamente a lo largo de la espalda. 

Dinner

CAPÍTULO  13

Bella vio la mirada de sus ojos y supo que esto no va a terminar bien, miró a Edward y me pregunté lo que habría oído. 

- ¿Qué has oído?-  le susurró Alice, como si hubiera oído los pensamientos de Bella. 

- Bastante- contestó Jasper secamente. 

- Lo siento- dijo Alice, aunque un poco desconfiada.

- ¿Lo sientes?- preguntó Jasper. 

Dio un paso en dirección a Alice con una mirada en la que sus ojos escupían fuego. 

- ¿Has jodido con Bella y Carlisle y todo lo que tienes que decir es que lo sientes?- 
Jasper gritó. 

Bella vio a Edward cerrar la puerta y caminó lentamente hacia el porche. Hizo contacto visual con Bella y con una inclinación de la cabeza, hizo una señal diciendo que debían dejar de Alice y Jasper solos. Bella asintió con la cabeza y caminó hacia el porche también. Edward estaba en lo cierto, esto era algo entre Alice y Jasper. 

Una vez fuera, Bella cerró la puerta. Se dio la vuelta y vio a Carlisle apoyado en la barandilla con los brazos cruzados, fue hacia el jardín. Edward estaba a su lado y miró hacia el jardín. Bella se acercó lentamente y se sentó en el columpio del porche, señaló a sus piernas y puso sus brazos alrededor de ellos. 

A pesar de que la puerta estaba cerrada, se podía oír a Jasper gritarle a Alice, que cómo podía hacer eso, lo mucho que significaba para él y que estaba decepcionado profundamente en ella. 
Bella cerró los ojos y tuvo que luchar controlar las lágrimas. Le resultaba increíble que su amiga estuviese siendo tratada de esa manera, sin importar lo que hubiera hecho o lo cuanto Jasper estaba decepcionado de ella. Todo lo que ella quería hacer era correr hacia el interior para ayudarla, pero esto era algo con lo que Alice y Jasper tenían que lidiar solos. Sintió como el balancín se movía y miró a su lado. Edward estaba sentado a su lado. 

- ¿Qué has oído?- preguntó en voz baja. 

- Todo- respondió él, pero su voz no era dura como la de Jasper. 

- Yo también lo siento- dijo en voz baja. 

Carlisle se dio la vuelta y la miró. Edward de pronto se echó a reír y ella lo miró con asombro. 

- ¿Por qué te ríes? ¿No estás enojado conmigo?- preguntó ella. 

- Bella, estoy dispuesto a compartirte con Carlisle, y si tú decides irte a la cama con Carlisle y Alice, eso no importa- dijo mirándola de forma tranquilizadora.
- ¿En serio?- le preguntó Bella. 

- De verdad- dijo y le sonrió -¿Cómo fue?– le preguntó a Carlisle. 

- Hombre, fue genial- dijo Carlisle –las chicas realmente saben lo que a un hombre le gusta-

Bella se ruborizó. 

- Sólo hay una cosa que me gustaría saber-

- ¿Qué cosa?- preguntó Bella.

- ¿Estás realmente enamorada de Carlisle?- le preguntó. 

Bella sintió los ojos de Carlisle en ella, pero no se atrevía a mirarlo, no sabía muy bien qué decir. 

- Si es así- continuó Edward - eso no importa tanto. Yo sólo quisiera decir que disfruto cada momento que pasamos juntos- 

- No sé- dijo en voz baja -pero me refería a lo que dije; no quiero perderos ninguno de los dos- 

Edward le sonrió y se acercó a darle un besito. Se retiró cuando oyeron que  la puerta principal se cerró. La puerta corredera de cristal se abrió y Alice se paró en el porche. Bella podía ver claramente que ella había estado llorando. 

- Se ha ido- fue todo lo que dijo antes de alejarse de ellos e ir hacia el lado de la casa. Se apoyó  en la barandilla y cerró los ojos. 

Bella vio cómo respiraba el aire fresco de la noche poco a poco una y otra vez. Bella se levantó y miró a los chicos 

- Voy a ver si ella está bien- dijo ella y se fue, pero Edward se levantó y se detuvo. 

- Déjame- dijo. Antes de que pudiera reaccionar, él ya se había ido. 

Vio a Edward caminar hacia Alice. Se puso de pie a su lado y puso su brazo alrededor de ella, algo que sorprendió a Bella, pero la hacía feliz. 

- Así- se oyó detrás de ella -que estás enamorada de mí- 

- No, no lo estoy- respondió Bella dándose la vuelta. 

- Lo he escuchado claramente- dijo Carlisle. 

- Entonces  hay algo mal en tus oídos, porque yo no he dicho eso, he dicho: “creo que me estoy enamorando de ti”- señaló ella. 

Carlisle se rió y tiró de ella hacia sus brazos. 

- ¡Ay, dulce Bella, no luches contra él por más tiempo, es inútil!- dijo él, ella comenzó a creerlo realmente. 

- ¿Es así?- bromeó. 

- Sí- dijo Carlisle con convicción. 

Él la atrajo hacia sí y la besó, le metió la lengua en su boca y dejó que se arremolinaran una alrededor de la otra mientras sus manos se deslizaban por sus lados y se apoyaban en su trasero. Él la estrechó con firmeza en contra de él y Bella gimió y apretó sus caderas contra él en respuesta. Carlisle gimió, la levantó y la empujó contra la pared y dejó que sintiera lo duro que estaba. Sus manos se deslizaron por el pelo mientras que sus lenguas luchaban por dominar. Carlisle se dirigió hacia la puerta para entrar, pero Bella se alejó de él. 

- ¿Qué pasa con Alice?- preguntó ella. 

Carlisle y Bella miraron hacia los dos y vieron a Alice sentada en la barandilla con Edward sentado frente a ella en la baranda opuesta. Estaban hablando entre sí, pero no podía oír lo que decían. Lo hizo, sin embargo, ver que Alice estaba sonriendo y eso era una buena señal. Bella estaba muy agradecida de que Edward estuviera allí con su amiga y decidió que podían manejar las cosas sin ellos. 

- Vamos al dormitorio- dijo Bella arrastrando a Carlisle con ella. 

Carlisle se sorprendió un poco por la actitud de Bella pero pronto la siguió escaleras arriba. Una vez en el pasillo, él la empujó contra la pared para darle un beso. Sus manos desaparecieron justo debajo de su camiseta y suavemente acarició sus costados. Bella se estremeció bajo sus caricias, mientras que sus lenguas luchaban por el dominio. Cuando sacó sus manos las agarró y las puso por encima de su cabeza contra la pared. Bella  trató de liberarse, pero él era demasiado fuerte. 

- No es justo- se quejó ella. 

Carlisle se rió y la dejó ir. Bella le agarró la mano y tiró de él hacia el dormitorio, pero a mitad de camino Carlisle se detuvo de repente. Se dio la vuelta y lo miró con sorpresa. 

- Tú disfrutaste cuando Edward y yo lo hicimos en la ducha, ¿verdad?- preguntó. 

- Tú sabes que yo hice- respondió Bella con un sonrojo. 

- Vamos- dijo, y tiró de ella hacia el baño. 

Bella se rió mientras entraban en él. En el cuarto de baño, ella se sacó su ropa de arriba mientras que Carlisle abría las puertas de la ducha y la encendía. Antes de que ambos se dieran cuenta, la ropa estaba esparcida por todo el baño. Carlisle le tomó la mano y tiró de ella hacia la ducha y entró tras ella. El lugar estaba casi lleno de vapor. Sin previo aviso, Carlisle la empujó contra los azulejos de espaldas a él y le sujetó las manos. Las puso sobre su cabeza contra los fríos azulejos y se apretó contra ella. Cuando los pezones de Bella se pusieron en contacto con la fría pared, un escalofrío recorrió todo su cuerpo. 

Él se apretó contra ella y sintió su erección presionando contra su espalda. 

- Carlisle, por favor- exclamó ella mientras movía sus caderas contra él. 

Ella sintió sus labios en el cuello, los hombros, y luego fueron  más abajo. Dejó que sus manos fueran y se deslizaran sobre su suave piel a lo largo de sus costados, luego hacia delante para agarrar sus pechos. Los amasó suavemente y la besó en la parte baja de su espalda. Bella pasó una mano por el pelo de Carlisle. En un movimiento fácil y rápido, le dio la vuelta. Sacó una pierna y tiró de ella hacia arriba y suavemente lo puso sobre su hombro. Separó sus pliegues y dejó que su lengua se deslizara sobre su clítoris. Bella gimió y dejó caer la cabeza contra las baldosas. 

- Joder- jadeó. 

- Mmm, sabes tan bien- tarareó Carlisle. 

Empujó las piernas para separarlas más y dejó que su lengua profundizara en su interior, su lengua acarició su clítoris una y otra vez y lentamente dejó que un dedo se adentrara en su interior. Bella empujó sus caderas hasta que lo sintió aún más dentro de ella, su lengua y sus dedos la estaban volviendo loca. Al tiempo que ella sintió que su clímax se acercaba, él se detuvo. Ella gimió por la pérdida de contacto. Carlisle se movió lentamente y se detuvo en sus pechos para darles atención, les dio un beso, amasó poco a poco y suavemente sus pezones. Luego se trasladó más arriba y la besó en los labios. El beso fue apasionado lo que hizo a Bella alejarse de él para poder tomar aire. Carlisle la levantó y metió su polla profundamente en ella, lo hizo rápidamente e intentando empujar tan profundamente como pudo.
- Joder, Bella- jadeó Carlisle. 

- Carlisle, yo...yo... oh... dios- Bella ya no podía ni pensar con claridad. 

Pronto llegaron a su clímax. Bella cerró los ojos; su orgasmo se producía calambres en su cuerpo de arriba a abajo, una y otra vez. Carlisle la miró y le dio un beso en la frente. Tenía los ojos medio cerrados y ella apenas se dio cuenta de que la levantó y la colocó en la cama. Apenas podía recordar que hubiese salido de la ducha. Ella sintió como los brazos de Carlisle la rodeaban y la acercaban a él. Quería darse la vuelta para  poder mirarlo a sus hermosos ojos y decirle lo increíble que era, pero no pudo. Ella se relajó por completo y antes de darse cuenta se quedó dormida. 

Carlisle vio como se relajó en sus brazos por completo. No podía dejar de sentir como su corazón se hinchaba al pensar que ella le correspondía en sus sentimientos. Él también se relajó y se durmió, no sin antes susurrarle que la amaba una y otra vez.