domingo, 31 de julio de 2011

Preview del Capítulo 17 de Dinner

- ¡Nuestros amigos están allí! -exclamó ella.

- ¡Tengo órdenes de mi jefe de que las chicas están en un lugar seguro, vamos!-

El oficial de policía estaba un poco impaciente con el desafío de las chicas, que sólo estaban tratando de ayudarles aunque corrieran peligro. 
El hombre las empujó a un coche de policía y trató de convencerlas de que ya había pasado, pero las chicas no se movían.

- Vosotras no seríais capaces de hacer nada por ellos- 
dijo.

Dinner

CAPÍTULO  16


Cuanto más cerca estaban las chicas de la bodega, el más nervioso se ponía. Bella golpeaba su talón en el suelo del coche y Alice se mordía las uñas. 

- Muy pronto vas a empezar con el dedo- señaló Bella.

- Lo siento- respondió Alice, ella parecía muy nerviosa -oye, ¿qué vamos a hacer cuando los encontremos?-

- No sé- dijo Bella mirando por la ventana -sólo necesito saber que están bien- 

- ¿Quizás deberíamos llamar a la policía sólo para estar seguros? - preguntó Alice.

- Sí, eso parece una buena idea- dijo Bella. Ella tomó su bolso para sacar el móvil. 

- Yo no haría eso si fuera tú- dijo el mayordomo con dureza desde el asiento delantero. 

Bella y Alice notaron que el coche se detuvo y que el mayordomo había dado la vuelta. Llevaba una pistola. Se inclinó hacia delante y agarró el teléfono de las manos de Bella, luego se volvió hacia Alice, que estaba sentado lo más lejos posible, pegada a la puerta. 

- Tú también- le ordenó.

Alice recogió el bolso con manos temblorosas y trató de conseguir su móvil, pero ella estaba temblando de que podía no es tan malo. El mayordomo se impacientaba y resopló.

- ¡Dame la bolsa!- gritó el mayordomo arrebatándosela de las manos. 

- Oye, cálmate- dijo Bella, con la mano en el brazo de Alice.

- ¿Cuánto te pagan?- le preguntó Bella.

- ¿Quién?-

- Aro-

El mayordomo se rió y tiró la bolsa de nuevo a ellas y mantuvo el móvil de Bella en el asiento junto a él.

- Yo lo sabía, Aro está con ellos, también. Nunca debería haber confiado en él- susurró Alice.

El resto del viaje se hizo en silencio, aparte de los suaves sollozos que Alice emitía. Bella se acercó a Alice y puso un brazo alrededor de ella.

- Va a estar bien- dijo.

- No, no va a estar bien, ¡probablemente nos va a matar!- le susurró Alice frenéticamente.

- Oye, no hables así, ¿de acuerdo?- dijo Bella en modo de advertencia.

- ¿Dónde están todas esas armas viene? Nunca he visto una en toda mi vida y ahora 3 en la casa de Aro y él tiene una- dijo empujando al mayordomo.

Cuando el coche se detuvo, Bella miró y vio que estaban en la parte trasera de un almacén, Bella trató de mirar dentro, pero no podía ver nada.

- Salid- exigió el mayordomo mientras mantenía abierta la puerta para ellas.

Bella se deslizó lentamente, pero continuó sujetando a Alice mientras mantenía un ojo en el mayordomo. Movió la pistola hacia una puerta.

- Por allí- dijo.

Bella caminó hacia ella y todo el tiempo trató de mantenerse entre Alice y el arma. Alice empezó a llorar otra vez en voz baja, y ella estaba temblando como una hoja. Bella trató de tranquilizarla, algo que realmente parecía no estar funcionando.

Después de haber pasado por la puerta, subieron por un conjunto de escaleras. Bella alzó la vista y parecía no terminar nunca. A mitad de la escalera le pareció oír voces en la distancia, y conoció una de ellas, Kebi. Alice la miró, ella también había reconocido su voz. Ellos hablaban en voz demasiado baja como para escuchar o que decian. Al final de la escalera había una especie de habitación.

- Entra- ordenó al mayordomo.

Bella abrió la puerta y entró después de Alice. A la derecha, había una gran ventana que daba a lo que había en el almacén. Sus ojos se ampliaron cuando vieron una gran combinación de drogas en una mesa y dos hombres a la derecha de la sala con Kebi entre ellos, uno de los hombres se sentó sobre sus rodillas y fue herido por la pistola. Justo antes de ellos, en dirección opuesta, vi a Edward, a Carlisle, y a Aro. Junto a Aro, el guardia que él debe haber tenido trabajando para él, todos tenían sus armas en la mano.

- ¡Edward!- exclamó Alice, y ella corrió hacia la ventana y se puso las manos sobre ella.

Bella estaba a su lado, pero los hombres no se habían dado cuenta aún. Justo cuando Aro dio unos pasos hacia adelante y le tendió la mano para indicar que quería el arma que  Kebi sostenía, la voz del mayordomo se oyó a través del almacén.

- Yo no haría eso si fuera tú-

Bella miró además de ella y vio que el mayordomo estaba usando el intercomunicador.
El hombre parecía sorprendido por la voz y de repente,  miró en su dirección. Cuando los dos hombres y Kebi las vieron formaron una sonrisa en sus caras, pero Carlisle y Edward se pusieron rígidos cuando vieron a las chicas. Aro suspiró. Bella sintió de pronto un arma contra su cabeza.

- Si quieres volver a estas chicas, les sugiero que me den sus armas- sugirió de nuevo.

Edward y Carlisle no vacilaron y dejaron caer su pistola. Aro y el otro se mostraron más reacios; Kebi tuvo que sacar sus armas de sus manos. El mayordomo se echó a reír y empujó Bella y Alice a otra puerta a la escalera que los llevó a la bodega. Cuando bajaron, Alice corrió hacia Edward, que la agarró mientras que Bella se acercó a Carlisle tan rápido como pudo, y lo sostuvo.

- Lo siento mucho- susurró.

- No importa, ella no saldrá de aquí con las drogas- dijo en voz baja.

Bella lo dejó ir y le miró.

- ¿Qué quieres decir?- preguntó ella.

- Nick informó a la policía antes de que entrar-

- ¿Nick?- le preguntó Bella.

- Amigo de Aro- aclaró mientras empujaba en su dirección.

- James- Kebi dijo al mayordomo – esto sí que es una agradable sorpresa-

- Ellas estaban preocupados por ellos- dijo James asintiendo con la cabeza hacia Carlisle y el resto.

- Bueno, no importa, tenemos que seguir adelante. Dave, Jack, tomad las drogas. James, conduce el coche hacia el interior para poder cargarlo-

-¿Qué pasa con él?- James preguntó y señaló a Dave, quien tenía una herida en el brazo.

- Eso puede esperar- dijo Kebi con frialdad.

James corrió a coger el coche, mientras que Dave y Jack estaban poniendo las drogas juntos.

- ¿Podemos irnos por favor?- susurró Alice.

Edward asintió con la cabeza y empezó a alejarse cuando fueron cortados de repente por Kebi.

-¿Y de dónde crees que vais?- preguntó ella.

- Nosotros eh...- empezó Alice, pero fue interrumpida por Kebi.

- No creéis que voy a dejar que os vayáis, ¿verdad?-

- Usted tiene sus drogas, no me importa mucho lo que suceda ahora. Sólo queremos irnos- respondió Bella por Alice, ya que ella permanecía en silencio.

- ¿Y tú crees que estoy loca? Vosotras habéis visto mi cara, yo no os dejaré iros para que podáis ir a la policía.

- ¿Qué vas a hacer ahora?- preguntó Carlisle titubeante.

- Y ¿qué hay de Amón, sabe que llevas drogas de contrabando en la colección de sus padres?- preguntó Edward.

- Lo que no sepa no le hará daño- dijo Kebi de forma casual.

- Esto va a salir y sé que nunca te perdonará por esto- dijo Aro.

Kebi miró a Dave y Jack, a continuación, al Aro.

- No creo que le importe cuando le dé su parte del dinero-

- Conozco a Amón lo suficientemente bien como para saber que no le importa el dinero- dijo Aro.

- ¡Bueno, eso es suficiente! ¡Para las escaleras!- ordenó Kebi y señaló hacia las escaleras donde las chicas junto con el mayordomo habían bajado.

- ¿Nos vas a disparar? Seis muertes en tu conciencia, en realidad no te ayudará ante el órgano jurisdiccional- aludió Carlisle.

- Eso no va a suceder. Cuando alguien te eche de menos, nosotros habremos desaparecido hace tiempo, y nadie va a ser fusilado, no soy tan puta. Walk, ahora- dijo con severidad.

Cuando habían llegado casi a la escalera, el almacén se iluminó de repente, todos miraron a la puerta pero ya era demasiado brillante como para ver nada.

- ¡Las manos en el aire!- gritó alguien.

- ¡Somos el FBI! ¡En el suelo, ahora!- gritó otra voz.

Kebi entornó los ojos contra la luz, pero no vio nada, se sintió acorralada y con un poco de pánico, comenzó a disparar, Carlisle sintió la adrenalina en sus venas y saltó hacia delante, agarró la pistola. Bella vio lo que pasó y mientras Carlisle y Kebi luchaban, Jack y Dave se acercaron corriendo, con sus armas en la mano. Edward empujó a Alice al suelo y agarró Jack, Aro se fue a Dave. Alice gritó cuando sintió algo tomarle la mano y trató de alejarlo.

- Shh, soy yo- susurró Bella en voz alta sobre la conmoción. 

- Bella, ¿qué está pasando?-

- Creo que todo el infierno se desató justo ahora-

Las balas volaban a través del almacén, las chicas abrazadas a sí mismas y la esperanza de que fuera más rápido.